En
esta fase, penetramos aún más profundamente si cabe en el Ser, sin perder de
vista que nuestra más alta meta, es la de reconstruirnos tal como somos en
nuestra verdad original. Para ello hay un camino que cruzar y ese camino, pese
a que no es fácil, es hermoso. Conforme estamos más cerca de nosotros mismos,
más gozo siente nuestra Alma por Todo. Ahora sabe que aquí en este AHORA, está
la clave de Todo.
Para
que sea más entendible el proceso que vamos a iniciar, comenzar haciendo un
apunte sobre el significado del Átomo Permanente.
Ha
llegado el instante de procrear en nuestro propio interior un nuevo Ser. Penetremos
en los entresijos de nosotros mismos y descubramos el Punto Concepción, allí
donde se inicia toda vida.
(pequeña
pausa)
Comenzamos…
Respiro
profundamente, pues un aroma extraño me envuelve, deseo descubrir su
procedencia. El aire es impoluto, tanto que me permite distinguir sus átomos.
Nunca antes había respirado un aire tan sumamente sagrado. De repente, advierto
que no se trata del Elemento Aire, sino del Elemento Éter. Siento como sus
átomos se introducen en mí. A través del aliento y al inspirar profundamente,
son capaces de alcanzar todos los rincones de mi cuerpo material. Mis células
están contentas, por vez primera sienten que les estoy aportando lo mejor para
ellas. Siento, como una a una se iluminan, restableciendo todos los canales
energéticos de mi cuerpo. Por vez primera ese éter primigenio, puede tocar
suelo a través de mi cuerpo.
Permanezco
y siento como el éter primigenio nutre todo mi Ser, alcanzando la totalidad de
mis átomos, iluminando cada rincón, hasta alcanzar el átomo permanente.
(pausa)
Así
desde este nivel de autoconsciencia puedo afirmar y dejar grabada una
importante declaración de conciencia para compartirla con el Mundo y que pueda
ser escuchada por todo el Universo:
Esta
es mi confesión…
Yo
HOY me Identifico con todas mis células, con mi origen y mi final, con mi Todo,
con tu Todo y con Todo. Yo HOY he despertado y así despierto, vivo consciente
de una nueva realidad, esa que desconozco. Camino hacia ella.
Yo
HOY me declaro Responsable por haber argumentado, manipulado y tergiversado
todo aquello que me ha interesado. Soy Responsable de haberme dejado llevar por
las bajas pasiones, por estúpidas emociones, por esclavistas pensamientos que
han lacerado mi cuerpo al completo, cubriéndolo de heridas, de enfermedades y
de minusvalías.
Me
Responsabilizo de haber sido juez y acusado. De haberme inmolado entre falsos
preceptos. De haber adoctrinado y haber sido atrapado por el dogma más arcaico.
El mismo que ha participado de los falsos credos, ideologías y absurdos
esquemas de vida, obra y pensamiento, que me han hecho vivir como un humano
encarcelado, habiendo sido preso de mí mismo.
(pausa)
Yo
HOY me confieso…
Confieso
ser un Ser Humano, con recursos infinitos. Dotado de infinitas armas, aún por
descubrir. Con poderes, a veces fundados otros muchos infundados, que en su
incoherencia se tornan contra mí.
Confieso
no saber si merezco, o bien si el merecimiento, es exactamente lo que creo que
más tengo, pues en mi soberbia me olvidé de la verdadera riqueza, la única que
te viste con ropas principescas, a costa de no poseer nada ni a nadie, más que
a tu propio Ser.
Si,
lo confieso, un buen día me perdí, oculto y enfermizo, habitante de locas
pasiones, habitado por intensas emociones que me obligaban a sentirme sumergido
cada día en un nuevo reto, muchos de los cuales jamás vencí, pues mis propios
miedos me obligaron a dejarme jalar por la oscuridad de un Alma, que en vilo
vigiló y fue testigo de tantos y tantos fracasos vividos, como pasos en falso
me permití, a sabiendas que el riesgo es propio del que tiene valor, aún siendo
un gran cobarde lleno de temor.
(pausa)
Yo HOY Reconozco…
Reconozco que en esta
Tierra Mágica en la que por eones habité, puedo reconocerme y reconocer.
Reconozco que durante la larga singladura no supe nada de lo que HOY sé de ti.
Reconozco tu mérito, tu
forma de entregarle al Mundo TODO lo que surge de ti. Te Reconozco.
Reconozco, tu forma
de expresarte, de vacilar ante lo que parece tan inquietante, por lo que crees
no saber ni contener.
Reconozco en ti la
mirada frágil de quien ya no quiere vivir más en esa absurda fragilidad, que te
hace sentir que si no lo consigues, te volverás a romper en diez pedazos o
cien, aunque en realidad serán más de mil.
Te Reconozco…
Reconozco tu
expresión de extrañeza, de agudeza, de periódicas e intensas flaquezas, que te
hicieron sentir pequeña, en esa falacia de vida que nunca ni hoy será eterna.
Te reconozco…
Reconozco el esfuerzo
por desear que los otros te quieran, por dejarte la vida entera en la espera,
sin advertir siquiera que eras tú misma quien se infringía la herida del que
camina exento de estima.
Yo te reconozco y
siempre te reconoceré.
Reconozco el amor
prohibido, tu poder cautivo, los imperios perdidos, todo lo que tanto te hizo
enloquecer. Te reconozco
Reconozco la súplica
de tu mirada clavada, deseando ser escuchada, en ese lugar de duelo, en el que
no queda consuelo, sólo un triste silencio que llena mi mente de una vida que
jamás antes reconocí.
Sí, ya no dudo. Hoy
te reconozco. Te reconozco a ti como el Ser más inmenso que habita en mí.
Sí, quiero volver a
nacer, porque te reconozco y te reconoceré.
(pausa)
Por
todo ello, Yo HOY puedo Aceptar y Acepto…
Acepto
mi pasado y
con ello todos mis actos, experiencias y circunstancias, las mismas que me
fueron entregadas para que pudiera descubrirme.
Acepto
todas las formas de vida con las que en mi camino vida tras vida y también
entre vidas, mientras moría, aun creyendo estar viva.
Acepto
las palabras, el verbo, las formas más profundas de expresarme que utilicé,
para comunicarme e interrelacionarme con el objetivo de darme a conocer.
Acepto
los lugares, emplazamientos, escenarios, dimensiones y planos por los que
transité, acogiendo mi energía para que Yo pudiera crecer, pues el espacio fue mi
garantía para Ser, siendo parte de la partícula divina, a pesar de que mi
humanidad me hacía sentir a leguas de mi divinidad.
Acepto
mi tránsito por la interminable línea de tiempo que me vio crecer, detenerme,
morir y volver a nacer, pues el tiempo fue mi sabiduría más eterna y viva,
quien me devolvió a mí divinidad.
Acepto,
porque HOY puedo amar la realidad de la vida y no nada de lo que me inventé.
(pausa)
Yo
HOY Decreto…
Que
abandono todo aquello que no me permite seguir creciendo, viviendo,
descubriendo, soñar y amar en libertad. Lo ABANDONO YA.
Yo
HOY Decreto…
Que
abandono lo inservible, caducado, mustio, ajado, y pernicioso, con la intención
de llegar a integrar todo lo nuevo que me resta por alcanzar. Voy en su busca
YA.
Yo
HOY Decreto…
Que
abandono ese otro Yo que en su día me acompañó, para dar espacio a una novedosa
parte de mí, pendiente de descubrir. La integro en mí AHORA.
Yo
HOY Decreto…
Que
abandono al falso rico, al mentiroso, al decrépito, al cobarde y al mendigo,
para reconocer el mérito del valiente, del transparente, del real, del
servicial y del trabajador de la vida, que se ha ganado la libertad. Lo
transformo YA.
(pausa)
Yo
HOY Soy…
Yo
HOY soy quien profundiza en la verdad de la vida y deja de vivir en la banalidad.
Yo
HOY soy quien se declara Responsable y no elude ninguna responsabilidad.
Yo
HOY soy quien se confiesa ante la vida y la creación, a ciencia cierta de que ha
llegado el instante de desvelar todo dolor.
Yo
HOY soy, quien reconoce el Mundo en el que habito, consciente de toda su luz y
toda su oscuridad, como un espejo de mi propia Alma evolutiva.
Yo
HOY Soy quien decreta ante el Universo, desnudo y sabiendo que el presente es
mi verdadero lugar en el que estoy obligado a habitar.
YO
HOY SOY
YO
HOY SOY
YO
HOY SOY
Porque
Soy quien Soy, viviendo en la infinitud del tiempo y siendo para toda la
eternidad.
(pausa)
Así
agradeciendo, permanezco. Aprovecho este momento de íntima comunión con Dios
para agradecerle la Vida que me entregó.
Gracias
por la vida que me entregaste, HOY puedo abrazarla y no dejar jamás de vivir.
Gracias, gracias, gracias.
(larga
pausa)
El
AHORA es mi reino, mi Hogar, mi Mansión original, mi espacio de creación, mi
vanguardia y la fuerza de mi voluntad, mi objetivo primordial. El tiempo es el camino que recorro durante mi
crecimiento. Pero HOY el Espacio y el Tiempo se cruzan y en esa intersección
ESTOY AHORA SIENDO YO. Ilumino el Punto Concepción, el nuevo Espíritu se está
gestando, sólo resta alimentarlo, porque YO SOY QUIEN SOY.
Con
la inmensa gratitud que me aporta este único lugar en el que habita mi Yo,
regreso del plano de conciencia en el que me encuentro, trayendo conmigo Todo
lo que Soy. Así me anclo a Gaia y vibro con ella al unísono.
Siento
como ambos nos nutrimos de un Todo superior y ahí permanezco y siento… siento…
siento… mientras poco a poco regreso a esta dimensión…